Cada vez es más común hacer terapia no presencial mediante videoconferencia usando apps como Skype o FaceTime.
Sin duda, este método plantea algunas ventajas sobre el tratamiento convencional por el que una persona se desplaza a la consulta del psicólogo. Permite salvar grandes distancias cuando se reside en un lugar diferente al del psicólogo de elección, al que se llega en muchos casos por recomendación de alguna persona de confianza. De esta forma, no hay barreras para mantener sesiones regulares con un terapeuta que vive fuera de tu ciudad o incluso país.
En ocasiones incluso puede ser más cómodo alternar sesiones presenciales con otras por videoconferencia, a pesar de que tu terapeuta trabaje en tu misma ciudad. De esta forma, puedes reservar una hora de tu tiempo estando en casa, evitando el tiempo empleado en los desplazamientos.
Es cierto que este método presenta algunas dificultades adicionales para el terapeuta, al no poder este controlar de la misma forma el entorno en el que se desarrolla la terapia, sobre todo para generar un buen clima y evitar interrupciones o ruidos, y por la mayor cercanía y contacto personal que se consigue es una sesión presencial.
Si crees que necesitas ayuda terapéutica, consulta a alguien que te pueda recomendar un terapeuta de confianza, si está en tu ciudad mucho mejor, podrás beneficiarte de las ventajas de la terapia presencial. Si no es así, prueba a pedir consulta por videoconferencia.
