Empezaré hablando de un conocido físico estadounidense llamado Michio Kaku, de padres japoneses pero nacido, crecido y formado en Estados Unidos. Michio tiene publicados varios libros de divulgación científica bastante indispensables, además de aparecer con frecuencia en conferencias y debates televisivos. Os cuento sobre uno de sus últimos libros en los que se atreve con la mente humana, es una obra de 2014 llamada “El futuro de nuestra mente”. Y me centraré en un capítulo en el que aborda el fenómeno de la telepatía.
La telepatía es actualmente objeto de intensa investigación en universidades de todo el mundo, donde los investigadores ya han logrado utilizar sensores de última generación para leer palabras. Pero vamos a empezar por el principio: el cerebro es eléctrico.
Expliquemos algunos conceptos básicos. En general, cuando un electrón se acelera emite radiación electromagnética. Lo mismo sucede con los electrones que oscilan en el interior del cerebro, que producen ondas de radio. Pero las señales son demasiado débiles para que otros las puedan detectar, e incluso si pudiésemos hacerlo, sería muy difícil comprender su significado.
Los científicos utilizan una tecnología denominada electrocorticografía (ECOG), que supone una gran mejora respecto al batiburrillo de señales que producen los escáneres de electroencefalografía. Las imágenes de electrocorticografía tienen una precisión y una resolución asombrosas, ya que las señales se graban directamente del cerebro y no atraviesan el cráneo.
Cuando los pacientes oyen distintas palabras, las señales de su cerebro atraviesan los electrodos y se graban. Con el tiempo, se recopila todo un diccionario de correspondencias entre las palabras y las señales que emanan de los electrodos conectados al cerebro. Más adelante, cuando se pronuncia una palabra, se puede observar el mismo patrón eléctrico. Esta correspondencia también significa que si pensamos en determinada palabra, el ordenador puede recoger las señales características e identificarla. Esta tecnología podría permitirnos mantener una conversación de manera telepática. Asimismo, las víctimas de derrames cerebrales que están completamente paralizadas podrían ser capaces de «hablar» a través de un sintetizador de voz que reconozca los patrones cerebrales de cada palabra.
Los físicos estiman que, con el aumento de la potencia de cálculo, en el futuro una máquina de imagen por resonancia magnética podrá ser del tamaño de un teléfono móvil. Los datos obtenidos con el débil campo magnético generado por este teléfono móvil se enviarán mediante una conexión inalámbrica a un superordenador, que los procesará y creará una imagen tridimensional. Alucinante.
Aún así, la tecnología no está preparada para registrar la avalancha de pensamientos que normalmente circulan por nuestro cerebro cuando pensamos simultáneamente en varias letras, palabras, frases o informaciones sensoriales, por lo que utilizar estos dispositivos para leer la mente, como se ve en las películas, no es posible hoy en día ni lo será en las próximas décadas.
* Este artículo esta extraido del podcast sobre Ciencia y Psicología Elemental Podcast. Todas las referencias a los estudios las encontráis en las notas del episodio 1.